Por qué si vemos a Rafa Nadal usar fotoprotector nos cuesta menos hacerlo

Los mensajes son claros. Hasta el 80% del envejecimiento cutáneo está provocado por la radiación solar. Es más, se sabe que ésta es una de las principales causas —aunque puede haber otras—, del melanoma, el cáncer de piel más agresivo, del que se diagnostican 8.000 casos nuevos en España cada año. Pese a todo, el 41% de la población relaciona bronceado con belleza y salud, según el último Observatorio Heliocare. De donde también se extrae otro dato: solo tres de cada 10 usan fotoprotector a diario. Resulta evidente, por tanto, que aún queda mucho camino por recorrer al hablar de sol.

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La concienciación, a través de campañas y proyectos, es una de las mejores armas para seguir avanzando. El mejor ejemplo está en Australia. El país, uno de los que recibe la radiación ultravioleta con mayor intensidad, lleva impulsando una estrategia nacional de fotoprotección desde los años 80, cuando registraba cifras récord en cáncer de piel. «El resultado ha sido contundente: la incidencia del melanoma se ha reducido un 11% allí, mientras que en el resto del mundo sigue en aumento», explica la doctora Elena Godoy, responsable nacional de Coordinadores Territoriales de la Campaña Euromelanoma.

Efecto por imitación: cómo mantener hábitos saludables de exposición solar

Existen muchas herramientas para hacer calar el mensaje de cómo mantener hábitos saludables de exposición solar. Hacerlo desde la infancia —en colegios, en casa…— es fundamental. También facilitarlo desde la Administración Pública en todos los sentidos. Incorporar la educación en fotoprotección en el currículum escolar, dotar a los parques y algunas calles céntricas de sombras, enseñar a la población a revisarse los lunares… Sin embargo, hay algo infalible: contar con caras famosas que den ejemplo.

La razón es bien sencilla. «La transmisión de la cultura en humanos aprovecha varias herramientas. La más antigua, que se encuentra también en otros animales, es la imitación», señala Martín Caicoya, profesor de Medicina Preventiva, Salud Pública y Epidemiología del Grado en Medicina de la Universidad Nebrija. Según el experto está escrito en nuestros genes que imitemos a las personas que tienen ascendencia sobre nosotros. También a esos que admiramos, como, por ejemplo, los deportistas.

«Además hay que unir otro aspecto: estamos inclinados a creer», añade. Con ambos factores en la mano, en su opinión, «es bien fácil entender por qué un famoso influye en nuestros comportamientos». «Es muy positivo que existan este tipo de campañas de concienciación. Eso sí, el mensaje debe comenzar por explicar que hay que limitar la exposición solar, y si se hace, que se reduzca el tiempo y, desde luego, que se utilicen las cremas de fotoprotección adecuadas«, apunta el profesor Caicoya.

El caso de Rafa Nadal

Es por todo ello que algunos laboratorios expertos en fotoprotección, como Cantabria Labs, a quien pertenece la marca Heliocare, confían en los personajes públicos para su labor divulgativa y de concienciación social. Rafa Nadal es desde 2019 uno de sus embajadores. El tenista ha trabajado con ellos en la campaña Objetivo Cero Melanoma. Pero la colaboración va más allá de prestar su rostro para las piezas audiovisuales o las fotografías de las marquesinas de autobuses. A Nadal se le ha visto en más de una ocasión aplicándose el fotoprotector. Además, no ha tenido problema en trasladar este mensaje en los medios de comunicación.

Recientemente, en la jornada»Lo importante, la salud», organizada por el laboratorio cántabro, el de Manacor insistió en que «desde que soy embajador de Cantabria Labs soy mucho más consciente de lo dañino que puede llegar a ser el sol si no tomamos las medidas adecuadas”. Y continuó diciendo: «gracias a ellos he aprendido la importancia de mantener unos buenos hábitos frente al sol y de utilizar fórmulas y productos adecuados a las necesidades y al estilo de vida de cada uno». Eso es lo que intenta transmitir a diario en la Rafa Nadal Academy. Pero también es un mensaje que traslada a millones de españoles. No olvidemos que Nadal es uno de los deportistas más admirados de todos los tiempos. De hecho, una reciente encuesta lo ha situado como el deportista español más grande, por delante de Pau Gasol o Fernando Alonso.

Otras iniciativas para concienciar sobre los buenos hábitos al sol

No es la única alianza de excepción con la que cuenta Cantabria Labs. En su empeño por concienciar sobre los buenos hábitos al sol y el uso del fotoprotector han implicado a la atleta paralímpica Sara Andrés, al tenista Dani Rincón, a la jugadora de pádel Gemma Triay o al Real Madrid. «Todos ellos nos ayudan a que los mensajes sobre salud y bienestar lleguen aún más lejos», confirman desde el laboratorio. Más allá de los embajadores, hay otras campañas que están demostrando su alcance en materia de fotoprotección.

En la temporada de invierno, Heliocare ha estado presente en las estaciones de esquí del Grupo Aramón. Mientras que en verano, saca su vena festivalera. En 2023 y 2024 protegió la piel a los cientos de miles de asistentes que acudieron al festival de música Mad Cool, en Madrid. En ambos casos, se trataba de informar, pero también de promover buenos hábitos gracias a dispensadores, entrega de muestras…  En definitiva, como explicaba hace unos días el doctor Agustín Buendía, director de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología (AEDV),  «a día de hoy nuestra población tiene los conocimientos, el problema es que no los traslada a sus conductas». Y para ello, las campañas de concienciación son un valor seguro.

¿Realmente funcionan las campañas de concienciación sobre fotoprotección?

Si bien no existen datos concretos que vinculen el papel de los embajadores o de las campañas con, por ejemplo, un incremento en las ventas de fotoprotectores, hay algunos datos que dan una pista. Volvamos al Observatorio Heliocare. En la primera edición, la de 2017 -dos años antes de contar con Rafa Nadal-, el 70% de los encuestados relacionaba una piel bronceada con una piel bonita y saludable. En el último estudio el porcentaje se ha reducido hasta el 41%.

De igual manera, con aquel primer informe supimos que el 80% de los jóvenes usaba un SPF bajo o ni siquiera se aplicaba. Algo que hoy solo confiesa hacer el 35%. Queda tarea por hacer, sí. Pero, como aventuraba la doctora Yolanda Gilaberte, presidenta de la AEDV, en la presentación del último Observatorio Heliocare, «de aquí a 10 años esperamos que la curva de incidencia del cáncer cutáneo se vaya aplanando. Entonces veremos que todos los esfuerzos tienen sus frutos».